Sobre mi

Imagino que si has llegado hasta aquí, es porque deseas conocer mi historia, saber quién soy y cómo llegué hasta donde estoy hoy. Déjame llevarte por este viaje, paso a paso.

Sobre mi: quien era yo antes

Para entender quién soy ahora, primero debes conocer a la persona que fui. Aunque soy la misma, no lo era del todo. Permíteme contarte mi historia, tal vez te veas reflejada en ella.

5 años atrás

Retrocedamos cinco, seis, incluso siete años. Era una mujer de 30 años, insatisfecha con mi cuerpo desde hacía una década. Con el tiempo, fui ganando kilos, uno tras otro, hasta que evitaba mirarme al espejo. Las fotos eran pocas y siempre me veía mal. Probé varias dietas, pero el ciclo era el mismo: bajaba un poco y luego recuperaba el doble. Acepté que ese era mi cuerpo y que no había más que hacer. Fin de la historia… o eso pensaba.

Quien soy yo. Esta era yo unos años atrás.

Toqué fondo

El covid llegó y mi vida, como la de muchos, cambió. Pasé de estar activa a todo el día sentada frente al ordenador, trabajando en mi tienda y mi blog. Sin darme cuenta, para el verano había sumado 10 kilos más. Cuando me subí a la báscula, sentí que tocaba fondo. Ver fotos o videos de mí misma se volvió insoportable.

Sobre mi: llegó la hora de actuar

A veces, necesitamos tocar fondo para darnos cuenta de que es hora de actuar. A mis 34 años, con el deseo de quedar embarazada y problemas en las rodillas, no podía seguir acumulando kilos. No me reconocía ni me quería, y mucho menos me cuidaba.

Empecé a cuidarme

Decidí cambiar. Me hablaron de un estilo de vida saludable, de aprender a comer sin restringir alimentos. No era una dieta, algo que nunca me gustó. ¿Por qué no probar? No tenía nada que perder.

Para ser sincera, no creía que funcionara. Pensaba que ya comía bien. Pero, sin darme cuenta, los meses pasaron y los 10 kilos ganados durante el covid desaparecieron. Me sentía bien, con energía y sin pasar hambre.

Me quedé embarazada

Justo cuando había perdido peso, quedé embarazada. Algo que deseaba profundamente pero también temía. Pensaba que odiaría mi cuerpo durante el embarazo y que después me quedaría con estrías y una barriga aún peor.

Para mi sorpresa, no fue así. Tuve un embarazo maravilloso, un parto fantástico y una recuperación inesperada.

Me volví a mirar al espejo

Pues como te venía contando, muchas veces las cosas no son como las imaginamos. A veces nos sorprenden, pero para bien.

En el embarazo de mi hijo subí solo 7.65 kg y volví a mi casa con un bebé de 3 kilos y medio y solo 650 gramos más de lo que tenía antes de quedarme embarazada.

Pero a lo que iba, en el mismo hospital, a las 48 horas de nacer mi hijo, mientras recogía las cosas para volver a casa, me miré al espejo y vi una cosa que no había visto en años. Miré mi barriga y la vi bonita. Te parecerá una tontería, o a lo mejor no, pero desde que tenía 20 años, que asumí que ya no tenía barriga para ir con camisetas cortas y mostrándola, nunca más vi una imagen que me gusto al mirar al espejo.

Han pasado ya casi 2 años de esto, y todavía ahora me emocione cuando recuerdo este momento.

Algo más sobre mi. Quien soy yo ahora

Soy Sandra, que no me presenté. Mami a tiempo completo de un príncipe, emprendedora, blogger, llevo un estilo de vida saludable y lo más importante de todo, me quiero.

Con un bebé de casi 2 años, ya he dejado atrás otros más de 14 kilos, me miro al espejo y me gusta lo que veo, y lo más importante, tengo energía para seguir el ritmo de mi bebé 24 horas.

Lo cuido, me cuido

Cuando supe que iba a tener un bebé, decidí que iba a cuidar de él las 24 horas del día 7 días a la semana y que le iba a enseñar a llevar un estilo de vida saludable. Efectivamente, soy del pensar que para enseñar hay que dar ejemplo, así que, no me quedaba otra que cuidarme yo también.

Mi día a día

Que te voy a contar sobre mi y mi día a día. Llevo una vida super activa, como bien, descanso bien y sigo el ritmo de un bebé que no para.

Lo más importante sobre mi: soy mami presente

Mi gran prioridad es esa ahora mismo. Atender a mi hijo y pasar todo el tiempo con él. Pasear, jugar, ir al parque, a la piscina... y aprovechar cuando está a la guardería o duerme para trabajar un poco.

Volví a ser yo, el día que me empecé a cuidar y a querer

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